Hace un tiempo me re-incorporé a mi puesto de trabajo en el conservatorio profesional, después de un permiso por paternidad. Es una situación extraña el volver a una clase que ha estado muchos meses funcionando sin ti. Incluso puede ser que llegues en un momento en el que la evaluación está a la vuelta de la esquina.

En esta entrada voy a comentar una dinámica de trabajo que se nos ocurrió para una asignatura teórica. En concreto la optativa de Introducción a la Pedagogía Musical, que se imparte desde hace unos años en el conservatorio; y como toda optativa configura una clase única e irrepetible. Única, porque nunca antes ese exacto grupo de alumnos ha coincido en ninguna otra asignatura del conservatorio. Irrepetible, porque solo dura un año la optativa (por lo menos en el plan de estudios vigente este curso).

Pues bien, la dinámica de trabajo para la primera sesión en la que vuelvo como profesor es la siguiente:

• En la última clase con el profesor de sustitución se informa de que a la siguiente clase nos imaginaremos que va a llegar un nuevo alumno a nuestra clase.
• El objetivo es ponerle al día de lo tratado en la asignatura durante la siguiente sesión. Presuponiendo que nunca ha recibido clases de esa asignatura.
• Entonces, los alumnos tienen que auto-organizarse por grupos y repartirse la materia que han trabajado durante todo el curso.
• Al mismo tiempo, tienen que distribuirse el tiempo disponible (la optativa es de tres horas, así que la cantidad de tiempo disponible es relativamente generosa).
• Una vez determinados «contenidos» y «tiempo», cada grupo trabaja en esta última clase bajo la supervisión del profesor para planificar y preparar qué hará con su tiempo durante la siguiente sesión con el supuesto alumno nuevo.
• La primera clase con el nuevo alumno (el profesor que ha vuelto) se realiza según lo planificado por los distintos grupos.
• Bonus | Y una parte también interesante: el nuevo alumno puede «jugar» a hacer preguntas difíciles a los diferentes grupos; precisamente de aquellos aspectos que ya sabe que son los que suelen generar confusión.

De esta forma se consiguen objetivos múltiples:

• Trabajar de competencias docentes de unos alumnos, que precisamente cursan Introducción a la Pedagogía Musical.
• Trabajar las habilidades de síntesis de los alumnos.
• El hecho de ponerse en el lugar del docente, siempre te hace aprender mejor aquello que debes enseñar.
• Tener una visión más práctica de lo que se ha estado trabajando con los alumnos durante el periodo de ausencia.
• Evaluar (formativamente) lo que han aprendido los alumnos durante el periodo de ausencia.
• Poder tomar decisiones sobre qué trabajar a continuación en las siguientes clases (si seguir tal cual lo planificado, reforzar algún aspecto que parece que no ha quedado tan claro, etc.)
• Crear un clima de «acogida» para el recién llegado, y hacer la transición menos brusca.

Además, poniendo la mirada con la actual terminología educativa, ¿podría considerarse esto una situación de aprendizaje?

Hay muchas definiciones de las Situaciones de Aprendizaje. No es el momento ni voy a dedicar ahora espacio a analizarlas, pero sí hay una serie de letmotiv que podemos encontrar en muchas definiciones:

• Estar contextualizadas / Tener un contexto real
• Partir del aprendizaje previo de los alumnos / De situaciones reales ( o centros de interés) para el alumnado
• Tener aplicación / les prepare para el mundo real
• Desarrollar competencias clave y específicas
• Favorecer la autonomía y autoregulación / construcción de conocimiento desde la creatividad e iniciativa personal
• Tareas complejas cuyos procesos y productos conlleven construcciones de nuevos aprendizajes / enfrentarse a retos
• Poner en práctica distintos soportes y formatos

¿Podría entonces considerarse una situación de aprendizaje? Lo dejo a criterio del lector.

Alternativamente esta dinámica también puede servir para el caso contrario; cuando un profesor empieza una sustitución.