Muchas veces me veo en la tesitura de enseñar diferentes aplicaciones que pueden ser de utilidad para los estudiantes de música en conservatorios. Bien sea a mis alumnos (de piano, de pedagogía o de informática musical) o en cursos de formación para profesores de conservatorios o escuelas de música. Ha llegado el momento de profesionalizar ese listado.
Desde luego sé que no soy el primero en intentar realizar listados de aplicaciones, ni el único en realizarlo en territorio musical. Así que primero rindo honor a algunos de los listados ya existentes:
- Jame Day escribió un libro al respecto.
- Cristina Tormo y Juan Francisco Álvarez realizaron un genial.ly con aplicaciones para crear materiales y cierto enfoque en enseñanzas musicales (especialmente por el apartado de multimedia y de audio).
- María Jesús Camino incluso tiene una app en la que habla de otras apps.
Y seguro que habrán otros listados notables en castellano que ahora mismo no tengo en mente para reseñar. Y ni hablar de las miles de entradas de blogs de «las 7 mejores apps», «las 5 apps imprescindibles», «el top ten de las apps» sobre aplicaciones para el sector musical.
Así que, con tal competencia, ¿qué puede tener de interesante un listado más? A ver si os puedo convencer:
- Es un listado con vocación de work-in-progress; es decir, que lo voy a convertir en mi listado principal y voy a ir actualizándolo constantemente.
- Busca la exhaustividad no tanto de aplicaciones (cosa impensable), sino de categorías de aplicaciones. Y es muy probable que la categorización actual vaya evolucionando.
- Es un listado enfocado a las necesidades/posibilidades de las enseñanzas de conservatorio/escuelas de música.
- Aunque nombra algunas aplicaciones generalistas para el sector educativo, no pone el foco en ellas. Para eso hay otros maravillosos listados.
- Aunque nombra algunas aplicaciones prácticas para el mundo del aprendizaje de la música moderna o de la creación musical moderna, intenta centrarse en las necesidades más propias de la música clásica.
Y son estas cinco características las que pueden diferenciar a este listado de otros. Así que te dejo el enlace aquí para que accedas a él; pero si quieres saber un poco más, sigue leyendo a continuación.
Aunque soy un entusiasta del conocimiento de las nuevas tecnologías, siempre soy más cauto que entusiasta a la hora de implantarlas en clase. Por varios motivos:
- Creo que por buena que sea la herramienta, sin un conocimiento adecuado, su uso nunca será igual de bueno.
- Es más importante la calidad pedagógica de la forma de trabajar con nuestros alumnos que la innovación tecnológica en si misma.
Por eso mismo quiero acompañar esta entrada del listado retomando una pequeña reflexión que ya realicé en la anterior etapa de este blog (Oysiao en el Oasis) sobre el modelo SAMR, pero ahora con ejemplos prácticos sobre aplicaciones de metrónomo, que demuestran los diferentes niveles.
Además de que siempre hay una serie de preguntas que debemos hacernos y que quizá por algún pequeño detalle que emerja a la hora de contestar esas preguntas, invalide alguna de las herramientas TIC que con cierto entusiasmo inicial queríamos implantar. Por ejemplo:
- ¿La edad de los alumnos y el tipo de software están alineados?
- ¿Está disponible en los sistemas operativos de los que disponen los alumnos?
- ¿Su uso requiere de que traigan algún dispositivo a clase o que lo tengan mientras estudian?
- ¿Lo anterior es factible con la edad, política del centro, disposición de los p/madres?
- ¿Se requiere algún pago o subscripción?
- ¿Cuál es la política de protección de datos de nuestro entorno de trabajo?
- ¿La aplicación cumple con lo anterior?
Y para terminar, por si alguien tiene curiosidad en ampliar un poco sus conocimientos sobre cómo utilizar la tecnología en la educación musical; unos libros que me parecen muy relevantes a la hora de reseñar software y ejemplos de uso (poniendo el énfasis en lo segundo) es «The Prestissimo Series» de Oxford University Press.
Y recordad: la clave de todo este asunto reside en que lo importante no es la tecnología, sino cómo vamos a utilizarla.
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